Realmente, uno de los mayores retos a la hora de un almuerzo en el trabajo, es … ¿Paramos para comer, comemos mientras nos reunimos … picamos algo?
No todas las empresas tienen grandes infraestructuras, ni grandes presupuestos. Es muy habitual sobre todo en las pequeñas y medianas empresas, comer mientras se trabaja.
Nosotros a menudo poníamos todos los #fingerfood en medio de la mesa, o un catering en una mesa anexa, para que cada uno eligiera lo que más le gustase, pero al final por corte, o por no levantarse varias veces y así interrumpir, se quedaba mucha comida en las bandejas.
Hasta que no hace mucho, una Secretaria me llamó muy apurada y me comentó que si le podíamos hacer un bocadillo, que se les echaba el tiempo encima y no todos iban a comerlo en la oficina y sino se los llevarían en el ave.
Y fue cuando pensé …
Siempre vamos corriendo a todos los lados pero necesitamos comer, vale que estamos apurados, vale que nos da vergüenza levantarnos 3 veces, vale que si hablamos en la reunión no comemos … (a María le pasa muy a menudo),entonces, ¿Por que no hacer de una comida un pequeño detalle?, no he aterrizado en la luna, ni he descubierto la vacuna del cáncer, pero a veces lo más sencillo es lo más difícil de ver.
Y así fue como me vino la humilde idea de preparar bandejas individuales, para que cada uno pudiera comer lo que le apeteciera con un surtido de todos los platos, … eso sí muy mono, porque al fin y al cabo nos lo merecemos ¿no?